En 2018, arqueólogos de la Universidad de Gotemburgo descubrieron en la ciudad de Hala Sultan Tekke, en la isla de Chipre, un par de tumbas, de la Edad de Bronce, en forma de cámaras subterráneas con una gran cantidad de esqueletos humanos así como algunos restos óseos esparcidos con la característica de que eran sumamente frágiles debido a la acción del suelo salino en un enterramiento de más de 3,000 años de antigüedad. Estos esqueletos, en número de 155, estaban acompañados de más de 500 objetos entre los cuales destacan vistosas muestras de una Orfebrería excelente, como coronas, pulseras, pequeñas estatuas, etc, etc, todas de Oro, así como estatuillas de Cerámica, la figura de un toro y sobre todo, la presencia de un cilindro de Hematita, constituido en un sello con inscripciones de carácter cuneiforme procedente de Mesopotamia de acuerdo al descifrado de los arqueólogos suecos.
De todo lo antes descubierto, cabe destacar la gran semejanza de las joyas con sus contrapartes egipcias y el hallazgo de un esqueleto infantil perfectamente conservado y ornamentado lo cual indica que los ahí enterrados procedían de familias de alto linaje hasta ahora no conocidos. ¿Existió una interconexión entre esta antigua civilización chipriota y el Antiguo Egipto y Mesopotamia?. Todo parece indicar que así fue.