Esta espléndida forma arquitectónica pertenece al Arte Creto-Micénico ya que sigue el modelo difundido por todo el Mediterráneo de tumba precedida por un corredor. Se le atribuye su construcción a Atreo, padre del mítico rey Agamenón que encabezo la lucha de los aqueos contra la ciudad de Troya en el siglo XIII A. de C. Presenta 2 cámaras, la principal, llamada “la falsa bóveda”, obtenida mediante la superposición de hileras concéntricas de sillares (piedras labradas por sus caras en forma de paralelepípedo) los cuales progresivamente van reduciendo el espacio por lo que las presiones se manifiestan en forma vertical más no oblicua como en las verdaderas bóvedas.
El ingreso a la tumba se realiza a través de un corredor que nos lleva a la cámara principal, antes se encuentra una monumental puerta de aproximadamente 5-6 metros de alto, rematada por un dintel monolítico que pesa aproximadamente 120 toneladas, al fondo, excavada en la roca se encuentra la cámara sepulcral. Se le denominaba tesoro porque se creía en la antigüedad que los reyes micénicos ahí guardaban sus joyas, pertenecias y demás. Esta forma arquitectónica es de las más importantes dentro del terreno de la antigua Arquitectura Griega.