En el Medioevo, el Vano fue una forma arquitectónica de gran importancia. Se constituye en un hueco o abertura en cualquier superficie compacta; también este término se refiere a la distancia entre apoyo de un elemento estructural -techo o bóveda-, y de forma más explícita a ventanas, puertas e intercolumnios. La finalidad directa es dejar un hueco abierto en un muro para que pase el Aire o la Luz.
En construcción, a los huecos previos a la colocación de puertas y ventanas se les denomina Vanos. En un sentido más amplio, el Vano también puede ser referencia a aberturas como las aspilleras con fines defensivos de los castillos