Esta es, sin lugar a dudas, una de las más bellas esculturas de las que me he encontrado. Es una escultura realizada en Bronce con un delgado recubrimiento de Oro, representa a un roedor, sin embargo, su belleza radica en el extraordinario, paciente y glorioso trabajo de decoración que cubre la mayor parte de la superficie corporal del ratón. Los trazos son fantásticos. Denotan paciencia por El Artista y se contraponen, cromaticamente hablando, espectacularmente al color Café del Bronce del resto de la obra. Los Ojos también tienen ese toque de matiz dorado.
La figura del animal es clásica a la de un astuto roedor en estado de reposo. Magnificente trabajo artístico.