Estilizado al máximo, esta escultura de un cerdo, en posición de descanso conlleva una importante interpretación artística del animal -aún con toda la sencillez que se manifiesta- reflejada, rudimentariamente, en sus partes anatómicas: Cuerpo largo sin marcada robustez, Patas robustas en su porción superior y delgadas en la inferior, Orejas caídas, Ojos apenas delineados y Trompa definida.
Trabajado en Cerámica, esta es una de las representaciones más antiguas de este animal.