Un antiguo fragmento de una escultura realizada en Caliza y correspondiente a un budista que ha alcanzado el Nirvana se muestra aquí. Este antiguo trabajo se corresponde a un individuo que ha escapado de eterno ciclo de la Muerte y el Renacimiento y que ha deseado permanecer en este mundo para divulgar las enseñanzas de El Buda. Su antigüedad se remonta entre el 970 y el año 1279 después de Cristo, en ella encontramos la representación de un personaje que muestra una gran tranquilidad, el Cráneo se encuentra rasurado y en la parte media de la Región Frontal se observa una prominencia redondeada.
Los Arcos Superciliares se encuentran muy pronunciados limitando en su parte inferior a los Ojos y continuándose a la vez con el Perfil Nasal, la Nariz esta perfectamente esculpida y la Boca es pequeña. Los Pabellones Auriculares están alargados. La Cara, en sí, es regordeta. Es IMPRESIONANTE el parecido que guarda este fragmento de escultura con las caras de niños olmecas que hemos referidos en esta sección (VER ESCULTURA MESOAMERICANA). Perteneciente a la Dinastía Song.