Cuando el estudio de un fósil de pez de aproximadamente 415 millones de años, encontrado en el Río Sida en Siberia en 1972, llamó la atención de los paleontólogos, jamás se imaginaron que estuviesen ante la pista sobre como pudo haber sido la apariencia de los primeros vertebrados con mandíbulas. El exterior de su cabeza era parecido al de los peces óseos presentando escamas y músculos que recubren las partes óseas, pero también tenía vasos sanguíneos en el interior del cráneo, una característica muy importante de los peces cartilaginosos, cuya estructura “esquelética” es de cartílago, no de hueso. Por consiguiente, el vestigio representa un ancestro común entre ambos tipos de peces.
Debemos señalar que los estudios realizados en la Universidad de Oxford en Inglaterra efectuando estudios tomograficos, identificaron su estructura obteniendo un modelo virtual en 3D que presentaba una red de vasos sanguíneos y nervios. Así, los científicos descubrieron que el cráneo tenía una capa de cartílago que lo recubría. El fósil fue bautizado como Janusiscus schultei .