Considerada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, esta iglesia prerromanica dedicada a San Miguel de Arcángel, y para otros, también a Santa María, fue edificada en el año 842 por el rey Ramiro I en los alrededores de Oviedo. Originalmente estaba estructurada en forma de una planta basilical de 3 naves, conservando aún el vestíbulo y la base de sus 3 naves; sobre el primero se localiza la Tribuna Real. La cubierta esta abovedada, las naves se encuentran separadas por arcos que descansan en columnas, hecho inusitado en el arte asturiano donde lo usual es el uso del pilar como soporte.
Los juegos de ventanas poseen bellas celosías talladas en piedra. En lo que respecta a la decoración escultórica, esta se basa en el relieve de fuerte influencia bizantina del siglo VI y lombarda. La decoración pictórica mural imita a la de la época de Alfonso II visible en San Julián de los Prados y encontramos también la que representa en una forma novedosa a la figura humana como tema principal, sin embargo, los embates del tiempo han afectado importantemente esta bella iglesia por lo que las obras de restauración no se han hecho esperar.