Tal vez nos encontramos ante una de las manifestaciones más bellas del Arte Sumerio, esta magnificente escultura-instrumento musical, fue hallada en 1929 en las tumbas reales de Ur, perteneciente a la tumba de la reina Puabi y correspondiente al Período Dinástico Arcaico (entre 3,000 y 2,334 a. de C). Esta arpa o lira, como también es conocida, posee la particularidad de tener una cabeza de toro, motivo típico del mundo antiguo asiático. Esta arpa tiene 11 secuencias con ornamentos como tal, estructura de bovino barbado, altura de 1.20 mts., confeccionada en madera mixta con incrustaciones de Nacar, Cornalina, Lapislázuli (este se importaba desde su único lugar de origen en esas tierras que era el norte de Afganistán, a 3,200 kms de distancia de Ur) y Oro, de hecho, la parte principal que es ésa Cabeza se encuentra recubierta por una lámina de Oro y Ojos de Lapislázuli.
La parte restante del arpa esta elaborada en forma de una caja con la figura de un trapecio invertido, esta caja actúa como correspondiente de resonancia rematada por la cabeza del animal con decoración varia en que se encuentran 3 frisos: el superior con presencia de animales arriba de un árbol, el llamado Arbol de la Vida, en la parte media, un hombre-toro con 2 leopardos entre las piernas, y en la parte baja, 2 animales, león y toro, luchando entre sí. También se aprecia una excelsa cenefa geométrica del mismo material entre el que se destaca el Nácar.
Esta Obra de Arte fue también uno de los millares de objetos que fueron saqueados del Museo Nacional de Irak durante la invasión del 2003 quedando prácticamente destruida. Una enésima muestra más de la estupidez y barbarie del “hombre” en su afán de desaparecer objetos que representen una cultura que no es la suya. Una réplica fue reencontrada gracias a la ayuda internacional y con la colaboración de entidades tales como la Universidad de Loughborough del Reino Unido y el Instituto West Dean College.