Correspondiendo a la Dinastía Han, esta antigua escultura de un pato confirma la ya tan comentada relación -en esta y otras culturas- del artista con su entorno. Trabajada en Cerámica, muestra la clásica figura de un palmípedo: Cuerpo rechoncho, piriforme, Cuello largo, Cabeza alargada en donde los Ojos apenas se logran observar, cuyo pico contiene un pequeño objeto esférico, presuntamente un caracol, así como Patas fuertes con dedos palmeados.
El ave esta decorada en su superficie con pigmentos de color Rojo, Negro y, discretamente, Amarillo. Magnífico trabajo de un animal destacado dentro de los motivos del Arte Chino.