En Febrero del 2016, una nueva especie de cefalópodo fue descubierto por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (ANOA) de USA cuando realizaba una exploración geológica en el Archipiélago de Hawái. Cuando se investigaba una zona plana de roca de más de 4,000 metros de profundidad se encontró con un octópodo de apariencia fantasmal, cuyo aspecto se debe a la carencia de pigmentación dada por células cromatóforas y que además, no posee músculos.
Este pequeño y extraño pulpo rompió récord de profundidad en lo que respecta a visualización de un octópodo en aguas abisales marinas. Por sus características por demás peculiares, los investigadores están seguros de que se trata de una especie jamás descrita.