Creada en 1930, esta Obra muestra las mismas inquietudes que trabajos previos del Maestro nos habían perturbado. Dejemos a nuestra percepción la obscuridad de unas nubes que se insinúan, cual velo tétrico, sobre un cielo todavía azul con algunas nubes, hay una superficie semejante a una gran plaza con 2 largos y enormes escalones, por donde deambulan algunas personas proyectando su sombra sobre esas superficies, una estructura en forma de terminación de un mueble permite que un hombre sobriamente vestido se encuentre sentado, llama la atención que de sus glúteos emane sangre, la mano derecha sostiene una llave, por encima de su cabeza se encuentra un busto, quizás de un filósofo griego y por atrás, sostenida por un pedestal que se insinúa hacia la parte posterior de ese supuesto fragmento de mueble, se encuentra la imágen de una joven sonriente en una clara alusión al Art Nouveau.
Su cabello se fija a la espalda del hombre que presenta una enorme mano izquierda en posición de pedir algo o de pedir perdón. ¿Será esta la mano del arrepentimiento?, ¿será esta la mano masturbadora?, ¿será la mano pecadora?. Una pintura inquietante en que el onirismo, el onanismo -quizás-, continuaron perturbando, martirizando la psique del Genio. Oleo sobre tela. 41.3cms x 66 cms. Colección privada.