Esta pintura, en apariencia, parece no tener un gran significado pero, si observamos detenidamente encontraremos datos muy relevantes. Realizada en 1932,en plena revolución freudiana, El Maestro trató de materializar sus sueños en esta enigmática Obra. En el extremo superior derecho, se encuentra un recuadro que bien pudiese ser un muro o pared bicolor o tratarse de una parte del cielo ya que la imagen cromada en blanco semeja una nube. De la parte inferior de ese recuadro surge una larga y delgada cuchara la cual proyecta su sombra en un suelo marrón el cual presenta 2 tonalidades.
Casi al llegar a la concavidad del utensilio, el mango del mismo rodea parcialmente un objeto semejante a una piedra. Finalmente, en la parte cóncava se aloja un pequeñísimo reloj. Si analizamos con detenimiento la pintura, observaremos que aunque no existe una gran simbología en los elementos presente, el hecho de la longitud de la cuchara, el recuadro superior y el reloj son elementos suficientes para comprender la obsesión Onírica del Pintor. Oleo sobre lienzo. 54.3 cms.x 65.1 cms. The Philadelphia Museum of Art. USA. 1932.