Cualquiera que observara este cuadro, pensaría que se trata de una objeto no identificado, presumiblemente volador, posado en el suelo. Peo no es así. Ya con Gala manifestandose como Gran Musa y a Freud como Gran Maestro, Dalí se transformo en un prolífico pintor como lo demuestra este trabajo en el que una densa y obscura nube se cierne sobre dicho objeto, mientras a lo lejos un cielo teñido de azul resplandeciente se hace presente. La figura en cuestión es una forma alargada, semejante a un pan francés, con varias oquedades en su superficie de las cuales algunas dejan entrever el paisaje distante, otras presentan signos en su interior, otra parece contener un Rubí, otra una hemicara reposando en el suelo, sin embargo el objeto principal es una llave.
El entorno esta cubierto de rocas y restos de antiguos templos como se observa en la parte inferior derecha. El suelo es gris tendiendo a lo negro y presenta caracoles marinos, el Cráneo de una cabra y algunos pequeños retoños, Sin lugar a dudas, la Obra presenta un fuerte componente sexual en que esa figura semeja un Pan Antropomorfo y/o un falo, además existe una cierta sobriedad en el contexto principal del trabajo, una cierta influencia de Giorgio de Chirico. He aquí nuevamente una contundente muestra de una de las tantas obsesiones dalinianas. Oleo sobre lienzo. 81 cms. x 100 cms. Salvador Dalí Museum. San Petersburg. Florida. USA. 1932.