En contraste con la escultura anterior, esta muestra a un “Dios Celestial” con rasgos muy característicos: el tocado que rodea a su cabeza no es tan vistoso como el de otras formas talladas con características similares, los adornos que parten de la ceja y cubren la Región Frontal son menos vistosos que la anterior forma escultórica, de la base de la nariz parte una especie de cubierta cuyas alas se dirigen al ángulo interno de ambos ojos los cuales hacen protuberancia de ambas cavidades orbitarias. Los pabellones auriculares son de implantación baja y elongados. La nariz es ancha en su tercio inferior con narinas muy permeables, los carrillos son prominentes como consecuencia lógica de la gran mueca que la cara hace quizás como manifestación de descontento o enojo.
La base que se corresponde al cuello se encuentra con cierto grado de deterioro. También esta cabeza esculpida se encuentra realizada con Marfil y se manifiesta como una representación fiel del arte correspondiente a la Dinastía Ming.