En los años 30’s, en plena experiencia “Paranoico-Crítica”, Dalí manifesto sus sueños, entre muchas otras obras, en ésta, según el autor comentaba al respecto “……. cuando me voy a acostar, veo el piano azul casi fosforescente y entre las teclas, pequeñas imágenes muy brillantes que contienen la cara de Lenin….”. Este Oleo sobre lienzo de dimensiones que van de 114 cms x 146 cms, respectivamente, representa parte del inicio de aquella notable manifestación artística influida por los descubrimientos de Sigmund Freud en el campo del Psicoanálisis. el Método Paranoico- Crítico: en la presenta obra observamos en primer término un gran cuarto con un espacio amplio coloreado con tonalidades café obscuro y negro. Una puerta se abre tímidamente y afuera se observa una parte de un acantilado iluminado con discretos matices amarillo-azulosos, los rayos solares se insinúan discretamente a través de dicha puerta.
En el extremo izquierdo, vemos una superficie de color negro en donde una delgada figura humana se encuentra sentada, ésta presenta un traje obscuro, una camisa blanca y la mano derecha sostiene una rústica silla de paja en cuya superficie se encuentra un lienzo sobre el que yacen algunas cerezas. Es notable decir que el paño localizado en esa silla adquiere una forma simliar hacia el borde inferior de la misma como una imagen que se hace presente en el famosísimo trabajo “La Persistencia de la Memoria”. Volviendo a la figura humana, esta conlleva un brazalete de color blanco localizado en el brazo derecho que, curiosamente, presenta 2 cerezas colgando. En su espalda, una pequeña tela de color blanco, prendida con alfileres, cubre a esta, tal vez represente una discreta capa o quizás……. unas pequeñas alas. El perfil facial del individuo es delgado, afilado y con pelo canoso. Enfrente de él se encuentra un gran piano de cola de color negro, la partitura apenas es visible pero en ella se localizan hormigas, las teclas se observan y adelante de ellas encontramos la imagen, rodeada de una aureola dorada, de la cara de Valdimir llich Uliánov, ampliamente conocido como Lenin.
El piso en donde se encuentra el piano, curiosamente, se encuentra iluminado, Personalmente, creo que en esta obra, El Maestro plasma un gran número de simbolismos: el acantilado de su arraigada costa de Cadaqués, el hombre con un paño en la espalda como si por un instante emprendiera el vuelo con unas transformadas alas, las cerezas, que en un momento de su niñez le hicieron recordar cuando tiro a un chiquillo de un puente y fue castigado encerrándolo en un cuarto obscuro en donde halló un cesto, precisamente de estos frutos, las hormigas, manifestación tanto de temor como de sexualidad encubierta y, sobre todo, la imagen de Lenin, un hombre que simple y sencillamente, para esa época, había transformado al mundo (¿Dalí lo admiraba o no o tenía ambivalencia hacia sus doctrinas). Cuadro que se encuentra en el Musée National d´Art Moderne. Centre George Pompidou. París.