Sin entrar en discusiones y/o elucubraciones acerca del significado de “santidad”, la terrible, sanguinaria y simpre mentirosa Iglesia Católica hace poco beatifico a Karol Wojtyla, alias Juan Pablo II, ante la urgencia de hacer creíble su doctrina ante la ola de suciedad que, vamos, siempre la ha caracterizado. Debemos recordar lo siguiente: Juan Pablo II fue un tipo que estuvo siempre en contra de la Teologia de la Liberación (la consideración por parte de la iglesia de las clases sociales más desprotegidas), anti-marxista recalcitrante, testaferro de los gobiernos norteamericanos, principalmente de Ronald Reagan con el que convino la caída del Muro de Berlín, cómplice de las dictaduras militares argentina, chilena, paraguaya, etc, PERMITIENDO EN SILENCIO el asesinato, secuestro, tortura y violaciones de miles de mujeres, hombres, ancianos y niños, COMPLICE del maldito Marcial Maciel en sus actividades de pederastía, corrupción, enriquecimiento ilícito y demás fechorías, involucrado en el apoyo del Banco Ambrosiano, en el Caso Irangate y otras demás corruptelas en su cuenta.
No cabe duda que los altos, pedantes y millonarios jerarcas católicos, tomaron a éste hombre para hacerlo santo en una época en que solo los estúpidos créen en sus mentiras.
¿Karol Wojtyla, santo?