El día 28 de Enero del 2003, una pequeña vivienda situada en las afueras de San José, en la provincia argentina de Entre Ríos, se convirtió un lugar de peregrinación y reunión de cientos de fervorosos creyentes, después que una imagen de Nuestra Señora de Itáti empezara a llorara sangre. El hecho ocurrió, extrañamente, justo después de que varios miembros de la familia terminaran de rezar una novena. Cuando los dueños de la imagen trasladaron la misma a casa de unos familiares. la Vírgen dejo de llorar y las lágrimas de sangre no regresaron hasta que la figura volvió al domicilio original.
La gente acudió a la vivienda en busca de un milagro o una curación e incluso, se esta comenzando a construir una pequeña capilla para albergar la estatuilla. 20 años después, el fenómeno no tiene explicación alguna.