Resulta interesante que además de los famosos felinos fantasmas que asolan a las islas británicas desde hace una buena cantidad de años, ahora, aquellas criaturas semejantes a grandes simios hacen acto de presencia en las mismas zonas. Fue a principios de noviembre del 2008 cuando el joven Michael Kent se topo con una extraña criatura de metro y medio de estatura, pelo negro, de complexión robusta, de penetrante olor, la cual salió de repente de un bosque cercano, dado el incidente y de que no se trataba de algo común y corriente, decidió alertar a las autoridades sobre la presencia del extraño ser. Desde entonces, varios vecinos han declarado bajo juramento haber observado a dicha criatura.
En el mismo mes, una jubilada, llamada Irene Dainty, residente de la localidad de Woodford Bridge, aseguró haber observado a un ser peludo cruzar la calle cerca de donde ella se encontraba. A estos casos hay que sumar otros avistamientos ocurridos en días posteriores, lo que ha provocado el lógico temor entre los habitantes de la zona, propagándose el rumor de que un “monstruo” se encuentra en esa localidad, mientras que otros consideran que se trata de un simple oso. La policía realizó batidas con decenas de efectivos y un helicóptero, aunque, como siempre, hasta la fecha no se tengan resultados positivos.
Es mi deber comentar, que en las islas británicas existen una enorme cantidad de fenómenos criptozoológicos que apenas, y a pesar de las referencias existentes desde hace muchísimos años, se han empezado a estudiar científicamente gracias a la labor de estudiosos de mente abierta y sin prejuicio alguno.