Hace ya algunos meses, fueron descubiertos en las cercanías de Stonhenge, nuevos asentamientos, ruinas, centros ceremoniales y demás que dejaron perplejos a los investigadores, y es que ciertos lugares en el planeta guardan todavía secretos muy importantes que descifrar. Las Islas Orcadas, al Norte de Escocia, es uno de esos lugares. Lejos de la disposición “oficial” por parte de la UNESCO, de decretar los interesantísimos sitios arqueológicos de esa zona como Patrimonio de la Humanidad, los monumentos fechados en el Neolítico guardan infinidad de interrogantes.
EN LO PERSONAL, no descarto la probabilidad que esas construcciones sean recuerdos o vestigios de alguna civilización altamente desarrollada y que sirvieron para realizar antiguas ceremonias para venerar a sus ancestros, dioses y reyes, ¿porqué lo digo?, por la siguiente razón: también hace algún tiempo, investigadores encontraron los remanentes de un enorme bosque bajo las aguas del Mar del Norte, inmenso, el cual, quizás, en un tiempo sin fecha, albergó a una antigua civilización de la que no tenemos el menor rastro y conocimiento.
Si en su momento, algunos hombres y mujeres pudieron salvarse de un feroz cataclismo y desplazarse a lugares cercanos, el emplazamiento de estos sitios conocidos por la Arqueología “oficial” como “neolíticos”, muy bien pudieran ser el recuerdo de aquella avanzada civilización (¿Hiperbórea?) desaparecida por la furia de las fuerzas de la Naturaleza. Un hecho es más que manifiesto: existen miles de tumbas, asentamientos y lugares, aparentemente dedicados a ceremonias, que no han sido descubiertos en esos sitios hasta la actualidad. ¿Se llegarán a descubrir algún día?. No lo sé.