La imágen que se tiene de los vikingos es la propia dada por la televisión o el cine; un pueblo de bárbaros, incultos, sanguinarios y despiadados guerreros que asolaban todo lo que encontraban a su paso mientras su mujeres, de rubias cabelleras y rollizas, los esperaban en sus casas cuidando a los hijos, realizando faenas en el campo o bien, vigilando el ganado. Esto ha cambiado, En 2014, la investigadora Shane Mcleol del Centro de Estudios Medievales y Modernos de de Universidad de Australia Occidental, demostró, con estudios de DNA de los restos óseos de estos antiguos conquistadores encontrados en las costas de las Islas Británicas, orientadas hacia Escandinavia, una cantidad igual entre restos de varones y mujeres que se dedicaron a atacar y saquear esas zonas, además hallaronse numerosos objetos y joyas femenínas.
Esto echa por tierra la historia -mas que nada inventada- de que las mujeres vikingas únicamente se dedicaban a cuidar sus hogares, no, también combatían y mataban al enemigo como las míticas Amazonas, a pesar de su increíble belleza.