Llamadas también Rodolfinas fueron nombradas así en tributo y honor al Emperador Rodolfo II (1552-1612) el cual gobernaba al Sacro Imperio Romano Germánico. Están consideradas como un excelente catálogo del siglo XVII con el que se podía calcular la ubicación de 1,005 estrellas y los 6 planetas hasta entonces conocidos del Sistema Solar – Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter y Saturno -. Publicadas en 1627, época en la que todavía no se perfeccionaban los telescopios, las tablas fueron el primer archivo que consideraba los factores de Refracción Atmosférica, fenómeno causado por el campo magnético del planeta que complica el cálculo preciso de la ubicación de los distintos cuerpos celestes. Fueron escritas por el extraordinario astrónomo Johannes Kepler (1571-1630) cuando éste trabajaba como ayudante del también astrónomo danés Tycho Brahe (1546-1601).
La información estuvo basada en el estudio de sus leyes sobre el movimiento planetario bajo el modelo heliocéntrico y en las observaciones astronómicas de su maestro. Debemos de recordar que ya para 1551, el célebre Nicolas Copérnico había publicado su inmortal obra De revolutionibus orbium coelestium.