Ante la apocalíptica, visión en un futuro por demás inmediato, de las terribles consecuencias del inevitable Cambio Climático, desde el mes de Mayo del 2008, se han realizado múltiples investigaciones con el fin de “fertilizar” a los oceanos, ¿que significado tiene esto?; pues se dice que que si se “alimenta” al oceáno con partículas de Hierro, el Fitoplancton -microorganismos verdes flotantes que captan el CO2 atmosférico- se multiplicarían en forma importante por lo que su capacidad de absorción sería mucho mayor. También aumentaría su potencia para trasladar el gas al fondo marino ya que llegaría hasta ahí encerrado en los cadáveres de esos microorganismos. Como referencia de esta posibilidad, tenemos el experimento llamado IronEx efectuado en 1993 y de ahí, diversos intentos todos envueltos en la polémica. Sobre esto, varias expediciones fueron suspendidas al no contar con apoyo: en el Atlántico, en los Mares del Sulu cercanos a Filipinas y en las Islas Galápagos, en Ecuador.
Aunque la “fertilización” oceánica es uno de los métodos más defendidos por la Geoingeniería, es muy arriesgado por sus posibles consecuencias ambientales, dado esto, diversas organizaciones ambientalistas solicitaron que mínimo se realizen estas investigaciones en pequeña escala en zonas costeras. La Royal Society considera esta técnica como poco efectiva para absorber CO2, sin embargo, los geoingenieros tienen confianza que en un futuro inmediato se acepte como medida para controlar los efectos del cada vez más contundente Cambio Climático.