Las políticas ambientales que se llevan a cabo en países como el nuestro, se enfocan más que nada a las necesidades de consorcios empresariales, gubernamentales o intereses particulares, sin prestar una real atención a las necesidades del medio que nos rodea, en éste caso es una obligación hacer mención de la importancia que tienen los manglares en nuestro entorno ecológico.
Los manglares son una importantísima fuente de protección para las costas, ya que con el contacto de los vientos, previenen la aparición de erosión que afecte el ecosistema autóctono. Constituyen una barrera de filtración de los productos tóxicos que llegan al mar así como de la sal gracias a sus robustas raíces e intrincado sistema de purificación. Aportan una considerable cantidad de oxígeno al medio ambiente. Forman intrincados bosques, principalmente en la Florida y el Sureste del Asia tropical, permitiendo el desarrollo de innumerables especies de mamíferos, aves, reptiles, batracios y peces. Son fuente para la poblacion humana de importantes recursos tales como alimentos vegetales y animales, productos para la combustión, medio para la crianza piscícola, etc, etc. De acuerdo a Gail Chimura, científico ambientalista de la Universidad de McGill, los manglares capatan el carbono más rápidamente que los bosques terrestres lo cual es un hecho por demás importante para el equilibrio del ecosistema vecino.
Sin embargo, desde 1980, estos protectores de las costas han visto reducido su hábitat debido tanto a las tormentas tropicales, la contaminación ambiental y sobre todo a la deforestación, la cual es debida a sucios interéses para emplazar complejos turísticos de gran envergadura que destruyen su medio.
¿Habrá tiempo suficiente para salvarlos?.