Desde el punto de vista paleontológico, las llamadas Extinciones Masivas están marcadas por la pérdida importante de especies en un corto período geológico (aclaramos que desde el punto de vista de la Geología “un corto período” equivale a miles o millones de años). Tal vez el criterio más importante que se maneja para referirse a una Extinción Masiva es el número de especies perdidas en un tiempo específico, es decir, se habla de que desaparecen sin descendencia al menos el 10% de las especies en un año o que lo haga el 50% en un ciclo que va del millon a 3 millones y medio de años.
Fue en 1982, cuando la respetada revista científica Science, publicó un muy influyente artículo de 2 paleontólogos gringos, Sepokoski y Raup, titulado “Extinciones Masivas en el registro fósil marino”, en donde analizaron patrones de extinción en ese registro y propusieron la existencia de 5 extinciones globales a lo largo de la historia del planeta. Estas 5 extinciones son: Ordovícico-Silúrico, Devónico-Tríasico, Pérmico-Triásico, Triásico-Jurásico y Cretáceo-Paleógeno. Cada una de ellas presenta características propias muy importantes que nos invitan a comprender que los procesos de extinción forman parte cotidiana de la evolución en la Tierra.