Realizada en Barro, esta escultura representa a un buey de 32 centímetros de Alto por 46 de Largo. Es una figura que aunque manifiesta los estragos del Tiempo no ha perdido su forma original. La Cabeza se encuentra levantada, las Narinas presentan lo que presumiblemente es una argolla (tal vez el animal estuvo en relación con algún carruaje o vehículo de carga), las Orejas son pequeñas, los Cuernos preservados y Ojos y Hocico apenas visibles.
El Cuerpo es largo y bien formado, se aprecia una pequeña giba en el Dorso del animal y se sostiene en unas Patas relativamente delgadas, del Cuello surge un excedente de Piel. Sobre la escultura es posible observar discretos tonos azules, amarillos y ocres. Este animal es uno de los más representativos del Arte Chino.