Uno de los fenómenos atmosféricos a los que nos podemos deleitar es este, resultado de una atmósfera cargada de humedad y un Sol espléndido, ambos, nos obsequian un juego óptico de Refracción, Reflexión y Difracción de la Luz. En determinadas circunstancias un Arco Iris, con su excepcional muestra de colorido se hace acompañar de otros bellos eventos como el llamado “Arco Secundario”, visto encima del principal y cuyos colores en orden invertido son más tenues, o la llamada “Banda de Alejandro”, nombre dado en honor de Alejandro de Afrodisias quién describió, por primera vez, la zona obscura existente entre el Arco Primario y el Secundario, y por último los “Arcos Supernumerarios”, tenues franjas de luz rosa y verde que se suceden de manera alternada por dentro o fuera del arco principal.
Son el resultado del choque de las ondas de Luz con diminutas gotas de agua, si éstas tienen un tamaño uniforme, los arcos verdes y rosas se verán todos del mismo grosor, pero si varían, algunas de las franjas serán más anchas que las demás; en fin, para el observador es un verdadero deleite, regalo de la Madre Naturaleza.