A partir de 1995, en costas del Japón, se descubrieron extrañas, inusuales, pero hermosas formaciones en el fondo arenoso marino que hacían recordar a los legendarios y controvertidos “Crop Circles” del Reino Unido y otros lugares del mundo. Como siempre sucede, las atribuciones a situaciones de índole extraordinario se barajearon, hasta que investigadores nipones y norteamericanos lograron resolver el misterio: estas elegantes formaciones son realizadas como un ritual para que un pez globo de una especie hasta ese entonces desconocida, sea elegido por una hembra con la finalidad de aparearse.
El macho utiliza sus aletas para crear pequeñas corrientes de agua que modifican la topografía arenosa del fondo marino con lo que se crean fantásticos y complejos diseños los cuales no pierden su sincronía. El resultado es de magnificencia y lo principal: que es una muestra más, de las muchas que existen, QUE LA NATURALEZA ES PERFECTA.