Vesta era la Diosa del Fuego, del Hogar y sobre todo, era la Protectora de la Antigua Roma. Su culto fue promovido por Numa Pompilio, el segundo rey romano. A esta diosa fue erigido este antiguo templo localizado al sur de la Vía Sacra, delante de la Vía Regia. Arquitectónicamente, tiene la planta en forma circular inspirada en las cabañas de la Edad de Hierro, de ahí su antigüedad, el templo, también en forma de círculo, se eleva sobre un podio de unos 15 mts. de diámetro con la cellia rodeada por 20 columnas corintias. Se considera que el techo era cónico y permitía la salida de humo procedente del Fuego Sagrado.
Una cavidad de forma trapezoide que se abría en el podio daba paso a un sitio en donde se encontraban los míticos objetos que Eneas trajo de Troya: el Paladio (imagen en madera de la Diosa Minerva) y las imagenes de las Penates. Una vez entrado el Cristianismo en Roma, el templo fue clausurado en el año 394. El Templo de Vesta es una magnífica forma arquitectónica de la Roma Antigua y que debe admirarse con toda su grandeza.