Conocida también como “Calle Etrusca” o “Calle Toscana”, fue una calle muy importante en la Antigua Roma. Tiene varias historias en cuanto a su construcción, una de las más aceptadas es que formó parte de un asentamiento de trabajadores, incluyendo a etruscos, para construir el Templo de Júpiter Optimo Máximo, de hecho, se consideraba parte de una zona residencial para familias ricas aunque también dicha calle albergaba a un gran número de establecimientos comerciales incluyendo librerías.
Era, principalmente, una vía de comunicación entre el Foro Romano y Foro Bario y Circo Romano así como de procesiones. Fue construida gracias al uso de diversos tipo de piedras, guijarros y sobre todo, mortero de Cal, las estructuras aldeañas se erigían gracias al uso de materiales ya conocidos por los constructores romanos. Constituye una de las vías, en la actualidad, más visitadas en Roma y que cuenta, además, con un importante legado histórico-social.