Una de las construcciones más representativas de la Antigua Roma es éste bello teatro dedicado a la memoria del sobrino de Augusto, Mario Claudio Marcelo fallecido en su juventud. Aquí el emperador hizo celebrar en su memoria los famosos “ludi saecularis”, cantados por Horacio.
Este bello teatro, puede albergar cerca de 15,000 a 20,000 espectadores, el espacio donde se sitúa el coro tiene 37 metros de diámetro, el escenario estaba flanqueado por 2 salas, detrás de éste, se encontraba una exedra. El material con el cual se construyó es el mismo con el que se levantó el Coliseo (travertino) y las arquerías incluyen los estilos dórico y jónico. La historia del Teatro de Marcelo es dramática; está llena de incendios, abandono, fuente de cantera para construcción de otros inmunebles, uso como fortaleza, etc, etc,.
El Teatro de Marcelo, actualmente, es el resultado de una laboriosa actividad restaurativa y de conservación ya que se constituye en uno de los monumentos arquitectónicos más emblemáticos de la Antigua Roma.