Progresion21 – La mente es como un paracaídas, funciona cuando está abierta La mente es como un paracaídas, funciona cuando está abierta
Es un hecho bien importante el porqué Juan Pablo II apoyo a las dictaduras sudamericanas representadas por naciones como Chile, Argentina, Paraguay, Bolivia y otras. Siendo él la presencia terráquea de Dios, me preguntó el poqué permitió tanto sufrimiento y dolor en las familias y las mismas víctimas de estos terribles gobiernos cuando la mayoría de ellos profesaron la fé católica.
La actitud de Wojtyla fue muy parecida a la de un predescesor en el Vaticano: Pío XII, aliado de los nazis que permitió, en el mayor de los silencios, el Holocausto, el ahora santo SABIA PERFECTAMENTE del accionar de los represores militares chilenos, argentinos, paraguayos, brasileños, etc, hacia una población indefensa que estaba urgida de un cambio para mejorar su vida económica, social, política, cultural, en sí, su vida en términos globales, las matanzas de gente inocente fueron conocidas por éste esbirro que poco hizo por impedirlas, los sacerdotes argentinos entre los que destacaba el represor Pío Laghi tenían el apoyo incondicional del polaco para “bendecir” a los asesinos y “exonerarlos” de cualquier supuesto pecado cometido, todo en nombre de “la lucha contra el Marxismo Internacional”.
Pinochet, Videla, Galtieri, Stroensser, Banzer y otros aliados de los USA fueron sus amigos y comulgaron de la mano del polaco. Es verdaderamente incoherente que éste individuo atacara tan férreamente, junto al ahora Papa Ratzinger, a la Teología de la Liberación cuando ésta era una alternativa de mejorar la vida de los paupérrimos pueblos de Latinoamérica y parte de Africa; sin embargo debemos de señalar también el viaje que realizó a Cuba para ser recibido por el dictador más longevo de Latinoamérica (¿porqué lo efectuó, siendo enemigo acérrimo del Marxismo?) asi como el efectuado a Siria donde fue cobijado por Bashar al-Assad, miembro de una familia que ha gobernado ése país durante décadas y que actualmente se prevé su derrocamiento ante el embate de una terrible guerra civil.
El ahora santo no es más que una muestra de las enormes incongruencias que vivimos todos día a día en una institución que la conocen como Iglesia Católica Apostólica y Romana siendo ésta, indiscutiblemente, un nido de ratas, pederastas, conspiradores y sobre todo, vividores millonarios de la llamada fe de los individuos.
