Esta excelente pintura, la cual, nos llena de un extraordinario simbolismo, le valió al Maestro ser expulsado del Movimiento Surrealista. Desde los tempranos años 30´s, Dalí manifesto una fuerte admiración por el dictador, principalmente por la forma del manejo de masas, su elocuencia y más que nada por la forma de su espalda (¡¡¡????). En 1934, le había sido prohibido pintar una esvática sobre una banda que llevaba una enfermera en un cuadro previo que había realizado, ante esto, el Movimiento Surrealista vió en Dalí una enfermiza obsesión por el nazi, evidenciando, probablemente, una doble y dudosa moral así como creencias políticas no muy bien vistas. Para Dalí esto fue contradictorio ya que el se decía apolítico, por un momento sometido al yugo de dictadores, conviviendo con guerras y consierando esto a la vez como una parte inevitable de la Naturaleza Humana. En esta obra, el Pintor interpreta los distintos sueños que había tenido en relación al dictador, como observamos, el cielo se encuentra lleno de nubarrones, es gris, presagiando tormenta, la costa enmarca a Cadaqués en cuya playa se puede observar al fondo un pequeño grupo de personas, en la parte media y a la izqueirda del cuadro apreciamos una sombrilla empotrada en la arena y a un perro el cual, presumiblemente, se encuentra observando a las personas. Hay una sombrilla colgando de una delgada y seca rama de un olivo, semejando un murciélago, animal que en la infancia de Dalí le provocaba temor, detrás de la sombrilla se encuentra la imágen oscura de una mujer, tal vez la madre perdída o de la tía-madrastra en cuya mano dercha lleva consigo un trapo. Apreciamos con detenimiento otra rama en el casi-centro del cuadro en donde cuelga un murciélago. La imágen principal de la Obra corresponde a un teléfono el cual ha mutado, por un extremo, en el auricular, se encuentra la caída de una gota la cual podría corresponder a una lágrima así como un cable que ha sido cortado y por el otro extremo, la presencia de unas pinzas de langosta. El objeto es de color negro y representa las conversaciones del Neville Chamberlain con Hitler, dicho aparato se encuentra sostenido en esa rama seca de olivo. Esta elocuente imágen muestra la muerte de la espera. El plato contiene algunos frijoles, simbolos del hambre por venir así como una fotografìa del Fúhrer. Un murcélgao se encuentra posado en el borde del plato y en el extremo inferior derecho se encuentra una pequeña canasta.
La Obra manifiesta el panorama desolador que presagiaba la llegada de la Segunda Guerra Mundial, el fracaso de las conversaciones entre Inglaterra y la Alemania Nazi así como la hambruna que acompañaria a esta terrible etapa de la Histroi Humana.
Creado en 1939. Oleo sobre lienzo 51.2 cms x 79.3 cms. Museo San Petersburgo en Florida. USA.