Una de las organizaciones más sucias, polémicas y corruptas que existen en el Vaticano es la llamada Sagrada Congregación para la Causa de los Santos que es el órgano encargado de examinar -aparentemente-, todas las pruebas referentes a los presuntos milagros y la posterior canonización de aquellos que se encuentran “compitiendo” para ser santos (¿¿¿???). Desde el siglo XVIII continúan en vigor las normas elaboradas por el Papa en turno conocido como Benedicto XIV y que llevaron por nombre De servorum Dei beatificatione et de beatorium canonization.
El referido proceso requiere una SUPUESTA, ARDUA INVESTIGACION, con un comité compuesto por teólogos, médicos, historiadores y demás así como de un postulador, varios relatores, un secretario y un llamado promotor de la fe los cuales emitirán un dictamen estableciendo la existencia del hecho en sí y su naturaleza milagrosa. Finalmente, el asunto será debatido en un congreso teológico informando al Papa de los resultados, el cual tendrá la última palabra.
COMENTARIO
Sabemos que no solo es eso, sino también LAS ESTRATOSFERICAS SUMAS DE DINERO que deben aportar los fieles para que la persona en cuestión sea santificada. En los actuales momentos que vive el Catolicismo, siempre es de urgencia santificar lo más pronto posible a individuos que supuestamente llenan los requisitos para ser “santos”, por poner tan solo un ejemplo, se encuentra el caso de Juan Pablo II, amigo de mafiosos italianos, dictadores asesinos y acérrimo enemigo de lo que fue el Comunismo. En esta religión el individuo no es santo por sus dones sino por el dinero, los contubernios y las decisiones en la obscuridad que efectúan sus malévolos representantes.