El nombre no puede ser más elocuente. España se encuentra en plena Guerra Civil y El Artista plasma en sus obras la angustia y el temor de las consecuencias por venir, este trabajo no es la excepción. Creado en 1937 con unas dimensiones de 51.2 cms x 78.5 cms. Oleo sobre tabla y actualmente en The Art Institute of Chicago. USA, nos muestra una llanura encendida, como si la tierra estuviese quemada y/o arrasada, manejando diversas tonalidades, El Maestro recrea un sin fin de alucinaciones visuales. Observamos un cielo que juega con tonalidades desde la perspectiva cromática de claridad hasta una discreta tonalidad obscura, las nubes se encuentran desplazadas hacia la izquierda y mantienen un color que va desde lo obscuro hasta el anaranjado brillante, este muy probablemente dado por la presencia de fuego y humo. En el horizonte se observan algunas formaciones rocosas, a la izquierda, un macizo pétreo con tonalidades anaranjada y negra, dado el juego de luces y sombras, en la parte media unos montes lejanos y a la izquierda, macizos rocosos de los cuales, el primero parece reflejar un rayo solar o ser presa del fuego, curiosamente una delgada franja brillosa que surge de esa formación rocosa se desplaza por la planicie, hacia el extremo superior derecho, observamos un mojón de donde parece emanar humo. Esto conforma el paisaje distante. En la planicie encontramos diversas manifestaciones Paranoico-Oníricas: debajo del macizo pétreo derecho aparece un lago con la curiosa presencia de aguas negras, en él se observan diversas figuras antropomorfas que semejan mujeres-caballos, algunas dan la impresión de corresponder a centauros, en su obsesiva sexualidad, Dalí muestra los glúteos desnudos de algunas de ellas. De esa roca principal parecer surgir un mechón de pelo femenino, en la parte casi central se observa una cuadrícula de color negro en donde es cruzada por una tabla cuarteada a punto de quebrarse la cual sostiene un cajón, sobre la superficie de éste se encuentra un busto desnudo de mujer cuya cara se encuentra dividida en 2 partes pero que forman un todo: el de una mujer reflexiva, con aire de preocupación, llevándose la delgada mano a la barbilla y con el pelo al aire y la imagen de una cabeza de caballo. Esta doble idealización parece escuchar a una figura semi-humana con alas pequeñas y máscara de gato que parece explicarle algo, junto a ella se encuentra una forma antropomorfa pétrea desplomada sobre la superficie de la mesa. Detrás de estas imágenes, se observan pequeños guijarros que van hacia las montañas, curiosamente, el cajón en su parte inferior presenta un retablo de madera con figuras humanas que parecen disputarse un perro. Abajo del extremo superior izquierdo del cuadro se encuentra una de las famosas jirafas encendidas y separada de lago por montículos de piedra y arena se localiza una mesa blanca cubierta por una manta color crema -dada la presencia de fuego y humo- en donde se hallan objetos por demás simbólicos: un pequeño busto deforme, una mano sosteniendo entre dedos índice y pulgar una pequeña esfera y un pan. En ese extremos inferior izquierdo de presenta una mujer de pelo largo, vestida de rojo, bicéfala, inexpresiva, cuyas 2 caras se integran en una sola, la cual cuenta con 3 manos, una de ellas sostiene un reloj de arena y la otra una pequeña mariposa, sus manos son huesudas. Personalmente creo que tiene una alto significado: es La Regente del Tiempo y La Esperanza, junto a ella una sonriente y joven Gala cuya cara confluye magistralmente con un también joven Dalí vestido con un saco negro y una camiseta. En la base de la mesa, observamos un pequeño jarrón y casi en el extremo inferior derecho, la imagen evanescente de un pequeño perro.
Dalí describe este trabajo como profético ya que una vez manifiesta la Guerra Civil Española esta pudiese desembocar en algún conflicto mayor ya que de acuerdo con las palabra de Nostradamus, la presencia de monstruos siempre se continúan con conflictos bélicos mayores. Inigualable Obra.