Las representaciones marianas fueron un tema común del Maestro durante su Obra pictórica; sin embargo aquí aparece una de las creaciones relativas un tanto obscura pero evidentemente extraordinaria por la enorme capacidad del Artista dada su particular proyección de la imágen. Esta pintura fue terminada en 1958, 5 años antes de que el Pintor nos maravillara con “Retrato de mi hermano muerto” (se recomienda consultar la reseña de esa pintura en esta sección). Dalí utiliza una técnica de puntilleo, basado en un sistema industrial de impresion, lo que lo colocó a la vanguardia de los pintores de su época, ya que su trabajo proyecta una inesperada ilusión óptica que puede encasillarse dentro de los terrenos de Arte Pop y el Op. Este puntilleo nos proyecta 2 mágenes: una, que es la de un pabellon auricular completo, y dos, la pequeña imágen de la Vìrgen María. El pabellón auricular corresponde al del papaJuan XIII, tomado por una fotografía publicada en un periódico, y la figura de la madonna esta representada por una imágen semejante pintada por el enorme artista renacentista Rafael por el cual el Maestro tenía una enorme devoción. Lo interesante de este trabajo es de que se puede observar en diferentes formas, dependiendo de la perspectiva del observador, si el observador se encuentra cerca, la imágen es abstracta, si está lejos la figura mariana y el pabellon auricular se enfocan pefectamente. Cabe mencionar que los papeles que se observan a la izquerda del diseño principal -uno de cuyo extremo inferior izquierdo cuelga una cereza y el otro, más pequeño, sostenido por la sombre del hilo de la misma y en donde se visualiza la sombra de la pequeña fruta, bien pudiesen corresponder a la corriente de Arte Op.
Oleo sobre lienzo. 1958. Museo San Petersburgo en Florida. USA.