Están considerados como los más importantes baños termales de la Antigua Roma. Su estructura principal estaba complementada por unos acueductos que la surtían de Agua para el servicio de los usuarios. Estaban construídas de Ladrillo revestido de Mármol en el interior y Estuco en el exterior, destacando la riqueza del Mosaico utilizado como pavimento. En la actualidad, las termas se han conservado gracias a que en ellas se construyeron, posteriormente, iglesias siendo la base y paredes de estas partes de dichas termas.
La orientación del complejo estaba dirigida hacia el Suroeste para que la Energía Solar calentase el Caldarium si que se afectase el Frigidarium. Dadas sus características arquitectónicas, el tipo de construcción corresponde al de las Termas Imperiales.