Es por demás obvio considerar a los animales autóctonos africanos como motivos de representaciones artísticas. Aquí nos encontramos con la forma escultórica de un bello leopardo proveniente de la región de Ife en Nigera. Elaborado en Bronce, presenta a un animal de complexión media, con el cuerpo cubierto de pequeñas motas redondeadas, distribuidas por toda su superficie.
La Cabeza es de tendencia triangular, con orejas de la misma forma, alargadas, dando la impresión que estuviesen el alerta, los Ojos y la Nariz se encuentran finamente trabajados y el hocico se halla abierto mostrando la dentadura. Se observan unas líneas que atraviesan la superficie facial y la cola se encuentra levantada, bien trabajada y sostenida por un apéndice que se adosa al lomo del felino. Cuenta con una altura de 20 cms.