En el 2014, científicos e ictiólogos de la Universidad de Tubinga en Alemania, descubrieron a una profundidad de entre 800 y 1,000 mts en el Mar de Tasmania, localizado entre Australia y Nueva Zelanda, a un extraño pez que tiene una característica muy particular: posee 4 ojos los cuales tienen forma cilíndrica y están orientados hacia arriba, sin embargo, el pez tiene una segunda retina que le permite mirar hacia abajo, este proceso de adaptación a permitido a este animal poder observar tanto depredadores como alimento que se movilize por encima de él y también captar formas de vida bioluminiscentes que se desplazen por abajo del mismo.
Tiene una longitud entre los 16 y 18 cms y se constituye en una extraordinario ejemplo de adaptación marina.