Por años. el nombre de Fulcanelli ha provocado las más distintas reacciones: admiración, extrañeza, escepticismo pero sobre todo, incredulidad. Si bien recordamos, la referencia que de él hace el finado y extraordinario investigador Jacques Bergier en su mítico libro “El Retorno de los Brujos” cuando en una tarde en París, un Hombre Desconocido le da los pormenores de lo que será la Energía Atómica y sus repercusiones funestas en la Humanidad, no deja – al menos para mí – de inquietarme. El posterior interés que mostraron las potencias aliadas en la búsqueda y compra a cualquier precio de las obras alquímicas no es más que una brevísima parte de la historia de este Gran Desconocido. ¡¡¡¡Que hubieran dado estas potencias victoriosas de tener a este Hombre Unico dentro de su élite de “investigadores”!!!!. Lo que puedo decir, en primera persona, es que sus 2 insuperables obras, “El Misterio de las Catedrales” y “Las Moradas Filosofales”, constituyen un legado muy difícil de igualar y menos de superar aún en el tiempo actual, de tecnología avanzada y a la vez estúpida y manipuladora, incluyendo, pensamientos extraviados. Si bien, “Finis Gloria Mundi” fue un trabajo INCONCLUSO, alguna editorial española se dio a la tarea de publicar un libro con el mismo título. Por otra parte, mucho se ha especulado en quién sería este extraño personaje. No repetiremos hasta el hastío si se trató de su discípulo Canseliet, o de Lubicz o de otros supuestos personajes, o bien, que no se tratase de un solo individuo, sino que se refiriese a un colectivo hermético o a un nombre imaginario, lo cierto es que el legado de conocimientos herméticos que nos ha heredado ha sido INSUPERABLE a pesar del paso de los años.
Creo, sin temor a equivocarme, que este personaje REALMENTE EXISTIO y como todos los Grandes Maestros en los distintos campos del Conocimiento No Convencional se mantuvo en el más obscuro de los anonimatos. Individuo discreto, introvertido, en demasía estudioso, erudito, conocedor al 100% de la Ciencia Alquímica, esquivo, tradicionalista, dejó una clara y demoledora demostración de lo que es El Verdadero Hermetismo y por tal, el Adepto por excelencia, retomando el espíritu de aquel personaje llamado Elías Artista, de enorme recuerdo dentro del campo de la Alquimia. Resulta curioso y a la vez risible que muchos escritores y pseudoinvestigadores los cuales dicen tener la famosa “llave del conocimiento verdadero” ni siquiera han leído una mínima parte de la obra del Maestro. Fulcanelli con su enorme sapiensa y anonimato, ha viajado a través del Tiempo y del Espacio, llevando su enorme acervo de conocimientos a hombres que se enfrentan al peligroso hecho de comprender, aprender y más que nada, aplicar los principios elementales de la Ciencia Alquímica, sí, aunque parezca increíble, en el tiempo actual: el del dinero, la intrascendencia, el vicio y sobre todo la estupidez humana.