La Consciencia, esa palabra que tantos dolores de cabeza ha ocasionado a filósofos, neurólogos, psiquatras, parapsicólogos y sobre todo, a farsantes, parece que esta a punto de dilucidarse su naturaleza. Científicos del prestigioso Instituto Max Planck para la Cibernética Biológica de Tubinga en Alemania y de la Universidad Pompeu Fabara de Barcelona han estudiado profundamente este fenómeno llegando a conclusiones parciales en las que no se puede decir que la Consciencia es o se encuentra en una parte determinada del Cerebro Humano, sino que depende de la comunicación existente entre distintas y múltiples redes globales de Neuronas y sobre todo, de la acción de sustancias conocidas como Neurotransmisores. Estos estudios encajan con similares que sugieren que la Inteligencia se relaciona con el grado de eficiencia del movimiento de la información a través del Cerebro.
Este hecho es muy importante porque resalta la importancia de que aquellos fenómenos mal llamados Paranormales pudiesen estar ocasionados por las interacciones de células cerebrales y sus Neurotransmisores, como hemos postulado en artículos anteriores.