Hacía muchos, pero muchos años que Mel Collins no colaboraba con el Eterno Robert Fripp (sus últimas apariciones fueron “In the wake of Poseidon”, el extraordinario “Earthbound” y una pequeña aparición en el rockero “Red”) y es, finalmente, en pleno inicio del segundo decenio de éste siglo, en que se reencuentran en una forma por demás amigable, con la creación de un magnífico trabajo: “ A scarcity of miracles”, un trabajo que reúne a músicos de espléndido nivel: Gavin Harrison (batería y percusiones), de reconocida trayectoria con Porcupine Tree, Tony Levin (bajo eléctrico y Chapman stick) el cual, honestamente, no necesita presentación, Jakko M. Jakszyk (guitarras eléctrica, acústica, vocales principales, Gu zheng y teclados), el excelente Mel Collins ( saxofón alto y soprano así como flauta) y su Señoría Robert Fripp (Guitarras eléctricas, efectos y paisajes sonoros). Es interesante mencionar el soberbio trabajo de Collins y la sorprendente versatilidad e inventiva de Jakko tanto vocal como en la guitarra y teclados, principalmente. Recordemos que él formó parte de un grupo ochentero de Rock-Pop llamado Level 42 sin mucha gloria y colaboró también en parte de la banda tributo 21st Century Schizoid Band al lado del ya fallecido Ian McDonald.
En éste encomiable trabajo encontramos un quinteto totalmente identificado con la propuesta musical de Fripp y Collins: pasajes sonoros, tipo Space, un uso discreto de la guitarra por parte de Fripp, sin encontrarnos con esos riffs esquizofrénicos y metaleros del 2003, de hecho, el trabajo frippiano parece ser muy parecido al que realizo con Brian Eno a principios de los 70´s y en la actualidad con David Sylvian, por otra parte, el trabajazo de Mel Collins en los sax es de primera, como dicen: “….como los viejos vinos, entre más ídem mejor,,,,”. Jakszyk ha sido una grata revelación en la voz: versátil y adaptable a las circunstancias musicales. La sección rítmica cumpliendo excelsamente, destacándose cuando son requeridos. En sí, la música es un mezcla perfectamente lograda entre los pasajes sonoros de Fripp, la excelsa voz de Jakko y la fuerte tendencia jazzística de Collins, lo que entretejen un pasmoso recurso musical. Por otra parte, las 4 primeras melodías forman un conjunto de enorme unidad y versatilidad musical por el quinteto, las 2 últimas, principalmente la quinta, son de fuerte influencia crimsoniana.
Las piezas son las siguientes:
1. A scarcity of miracles (7:27)
2. The Price we pay (4:49)
3. Secrets (7:48)
4. This hous (8:37)
5. The other man (5:59)
6. The ligyh of day (9:02)
´Scaricity of miracles´, track de inicio, parte de una tenue atmósfera dada por los paisajes sonoros de Fripp y la guitarra en discretos arpegios, distantes, tenues de Jakko. A los 1:39, entra el quinteto, destacándose los finos arpegios de sax acompañándose de la acústica de éste el cual también interpreta la melodía con elegante y reflexiva voz, cambio precedido por escala de sax, para continuarse con un breve puente del mismo, con esa envolvente, tranquila, atmósfera melódica, conjugada ésta por los pasajes sonoros y el excelente manejo de Collins, la acústica parte como fondo, a los 5:02 cambio a un elegante entretejido de acordes de eléctrica y entrada de la voz, el juego de acordes y arpegios de sax es espléndido al final del track. ´The price we pay´, inicia con pristínos arpegios de Gu-zheng de parte de Jakko, a los 0:50 entrada de su voz que se desplaza hacia la integración del grupo en una evidente directriz rockera con el sax de por medio, continuación de un paisaje sonoro que se continúa con arpegios de eléctrica de Jakko, con toda la esencia del buen Rock. A los 3:18, nueva entrada de Collins, dirigiéndose a una evidente tendencia Jazz que engloba al quinteto, se escucha un breve paisaje sonoro frippiano al final.´Secrets´, se rodea de una atmósfera misteriosa, con un pasaje sónico de tipo Space, la voz de Jakko se escucha expresiva, meditativa y al fondo, Collins, con envolventes acordes de sax y, en su momento, se escucha la eléctrica de Fripp, a los 3:31, un breve pasaje de acústica para que segundos después entre la compacta sección rítmica, en un envolvente pasaje, destacándose Levin. La atmósfera continúa siendo misteriosa, obscura por momentos. A partir de los 5:39, el sax lleva la batuta de la pieza interpretado con verdadera maestría, hasta el final.´This house´, en parte, parecida a la anterior, dada la melancolía que manifiesta así como el paisaje sonoro de Fripp que maneja a lo largo del track, inicio con dicho recurso musical y voces distantes, que casi a los 2 minutos, deja entrever el destello del mágico Collins, la voz del cantante se torna también melancólica haciéndose acompañar de teclado que despliega sinfonismo, ayudado por la eléctrica y el tan mencionado sax, a los 4:11, se incorpora el grupo, destacándose Collins con su amplio despliegue interpretativo, haciéndose acompañar de discretos arpegios eléctricos de Fripp, momento en el que se retoma esa atmósfera llena de melancolía, es deber señalar el magnífico trabajo de Levin en el track, discreto pero muy preciso con el contrapunteo. A los 6;33, un cambio de rítmico en donde prevalece la interpretación de Collins y las voces distantes, compaginados con el grupo, destacándose la eléctrica de Fripp,´The other man´, es una de las mejores piezas del disco. Suaves acordes de eléctrica y sax que preludian la entrada de evidente influencia crimsoniana tanto en la voz como en la estructura misma de la melodía, magnífico trabajo de Levin en el contrapunteo junto con excelente juego vocal de Jakko. Hacia los 2:43, pasaje sonoro que antecede a la entrada del grupo con un Harrison agresivo ante los tambores y de directriz 100% carmesí, el sax, discretamente neurotizante, con cambios y variaciones, por momentos, Fripp recurriendo a algún riff. Un track propio del Rey Cramesí. De excelente manufactura.´The ligth of day´, es un interesantísimo corte de tipo experimental, distantes acordes de eléctrica y teclado entre Fripp y Jakko, a los 2:15 hacen su aparición las vocalizaciones con cierta tendencia narrativa, junto al acompañamiento de Collins y los pasajes sónicos de Fripp, de deja escuchar un discreto sinfonismo. En el track, hallamos múltples cambios y variaciones en la esencia musical del mismo, sin embargo, la vocalización continúa bajo la tendencia anteriormente citada, al final se agregan arpegios de eléctrica y el sax da su toque final junto con el sinfonismo de Fripp.
Un disco que es un agasajo escuchar, ojala e inicie una época en que las viejas rencillas entre Fripp y Collins sean olvidadas y se conjunten estos enormes talentos para ofrecernos música de alto nivel como es “A scaricity of miracles”.
Gran producción de Fripp y Jakszyk.