Construidos en la Prehistoria reciente, estas estructuras megalíticas estan constutídas por piedras o menhires enclavados en el suelo, adoptando una forma circular o elíptica de varios metros de diámetro y de altura.
Se les conoce también como círculos de piedra, anillos de piedra o círculo megalítico, término que en lo personal se me hace el más apropiado.
Como en otras construcciones prehistóricas, no se sabe a ciencia cierta cual es su significado: para algunos no son más que monumentos funerarios (se han encontrado en sus bases cenizas y cerámica conteniendo restos óseos) que rodeaban a dólmenes o túmulos, formando necrópolis. Estudios posteriores han podido considerar la posibilidad que se tratásen de primitivos templos o sitios de reunión de la comunidad, e incluso observatorios astronómicos, destinados a la observación de las estrellas, equinoccios, solsticios, e incluso, ciclos lunares.
Existen autores como Erich Von Däniken que consideran a estas formaciones como representaciones de ovnis. Sus dimensiones son muy variadas y su distribución también mundial: Escocia, Inglaterra, Francia (muy interesante señalar las localizaciones en el Mediodía francés), España, Gambia, Senegal, Argelia y otros sitios.
El crómlech por excelencia es Stonehenge del cual hablaremos en otro apartado.