El dolmen es una construcción de características megalíticas constituida por varias losas de piedra dispuestas en forma vertical sobre las que se coloca otra losa para dar aspecto semejante a una rudimentaria mesa, a su alrededor, pueden existir acúmulos de tierra los cuales sirven para afianzar la estructura principal y constituir un túmulo de carácter funerario.
De manera general, estas estructuras se originaron en el Periódo Neolítico Final y el Calcolítico, dispuestas sobre todo en la franja atlántica del continente europeo.
Se considera que funcionaron también como marcas de territorio, reforzando la integridad grupal de las incipientes sociedades humanas así también como sepulcros colectivos. Cabe señalar que cuando ése dolmen posee un pasillo que lo conecta con el exterior se nombre tumba de corredor y es por donde se desplaza el cortejo fúnebre.