Llamado también Mármol Pario se caracteriza por ser de grano fino, semitranslúcido y de un color blanco intenso, puro, que se extraía del Monte Parpessa situado en la isla helénica de Paros. Era un Mármol muy apreciado y valorado en el ámbito de la Arquitectura Romana, principalmente para la construcción de puentes y grandes templos. También era posible encontrarlo como parte de revestimiento de interiores. Es posible observar todavía las canteras originales de donde se extrajo dicho material en esa isla.
Un ejemplo importante de su uso en la construcción de grandes edificaciones es el Partenón cuyas tejas fueron elaboradas con este material. El Mármol Pario fue un elemento arquitectónico de gran importancia dada su versatilidad, elegancia y sobre todo, su gran durabilidad.