El 25 de Julio de 1981, el Ejército Salvadoreño junto con los Escuadrones de la Muerte realizaron una incursión a este lugar situado en el Municipio de Tecoluca, San Vicente y asesinaron a sangre fría a 45 mujeres y un número indeterminado hasta la fecha de niños y niñas. Ana María Abrego, la cual forma parte del grupo de personas que se encargaron de la exhumación y reconocimiento de los cadáveres en Octubre del 2005, narra como los hombres de esta pequeña población habían huido antes de que llegasen los militares, ya que eran considerados como “subversivos” por lo que estos sacrificaron a las mujeres, niños y niñas.
Otra sobreviviente, Fermina Arias Romero narra como se escuchaban los gritos, súplicas y disparos en el pequeño cantón ya que ella se encontraba en una población vecina. Rosa Casimira Arias comenta que en la matanza perdió a su hija y nieta quedando un nieto en la orfandad. El documental, como otros tantos, nos muestra el salvajismo de los asesinos militares ante los indefensos y humildes pobladores de un cantón salvadoreño.