Esta es una magnífica representación de una cabeza de leona encontrada en la famosa cueva de Vogelherd, en el suroeste de Alemania. Ahí se encontraron diversas figuras de mamíferos talladas en Marfíl, destacándose, entre otras, esta excelente representación. Aquí llama la atención la curiosidad en que se revelan los detalles: el perfil superior de la cabeza presenta unas oquedades o hendiduras que se desplazan hacia el borde inferior del mismo, la cavidad orbitaria se une hacia abajo dejando un espacio a lo que pudiese ser el surco nasogeniano correspondiente, la nariz apenas se insinúa y el hocico se encuentra bien delimitado.
Lo más sobresaliente se localiza debajo de la oreja, un juego de trazos entrecruzados que adornan la figura, tal vez otorgando un simbolismo mágico a la representación. La parte de la cabeza que va hacia al cuello presenta zonas como si fuese arrancada. Se corresponde al Paleolítico Superior y es considerada por los expertos en Arte Prehistórico como una de las piezas más representativas de este famoso yacimiento germano.