Sin pensarlo mucho, diría que estos son los 2 poderes más corruptos con ilimitadas redes en todo el globo terráqueo. Aunque la Iglesia Católica condena a la Mafia como actividad criminal, la primera se nutre profusamente de los negocios ilícitos de la segunda, de hecho, los tentáculos del gran pulpo mafioso se encuentran totalmente introducidos en el Vaticano. Para aquellos que no están enterados, todo esto fue iniciado tras la firma del Tratado de Letrán entre Pío XI y el Duce Mussolini en el que se establecía la creación de un Estado Vaticano, independiente en su totalidad de Italia.
El motivo de esta alianza ha sido estudiada por muchos investigadores llegando a la conclusión de que podría deberse a una mayor “acercamiento” o “cooperación” entre los grupos mafiosos y la Iglesia Católica más que con las autoridades italianas. Es de todos conocidos la ferviente devoción católica que guardan los mafiosos italianos y sus respectivas familias con muy diversas manifestaciones tanto publicas como privadas que no es posible desligarlas una de otra, así que debemos considerar -más en los tiempos modernos- que estos 2 enormes grupos de poder trabajan a la par para obtener enormes cantidades de dinero que, por desgracia, es lo que mueve en la actualidad a la sociedad.