En la antigua Hispania Visigoda, hubo muy importantes construcciones, sin embargo también encontramos formas arquitectónicas sin gran vistosidad pero que guardan un importante legado histórico. La Capilla de San Fructuoso de Montelius es una de ellas. Localizada en Braga, Portugal, construida entre los siglos V y VI, posee una planta central de cruz griega con la característica de que los 4 brazos de la misma son exactamente iguales -se supone que ahí se encuentra sepultado San Fructuoso-, es posible hallar cúpulas en las naves laterales y un cimborrio el cual fácilmente se puede observar desde el exterior de la capilla en forma de torre con sus cuatro lados iguales.
Este se apoya sobre 4 arcos de herradura y el paso de la cúpula a los arcos se efectúa mediante pechinas. Desde el punto de vista decorativo, las figuras se centran en los capiteles que sustentan los 4 arcos del crucero. Encontramos que la nave central es más grande en relación con otras formas interiores. Por el exterior se encuentra arquería ciega que se apoya en pequeñas pilastras. Esta considerada como una capilla eminentemente visigoda.