Estamos escribiendo acerca de un verdadero excéntrico norteamericano: Tom Avery, también conocido como “Dr. Evermore”. Nacido en Wisconsi se ha dedicado toda su vida a la construcción de la escultura metálica de desechos más grande del mundo. Conocida como Foreverton, pesa cerca de 320 toneladas, tiene una altura de 15 metros y se extiende entre 18 y 56 metros a los lados, respectivamente. Avery tardó cerca de 30 años en construirla con el propósito que le sirviera de nave espacial con la cual pudiiese transportarse al “Más Allá” para contactarse con “El Divino”.
Entre los artefactos que se pueden encontrar en esta colosal estatua se localizan los “Oídos de Escucha Celestial” que permitirán al escultor poder comunicarse con los cielos, y el Graviton, un dispositivo colocado en el interior de un gran huevo de metal, mecanismo éste que dota de de “energía” (¿¿¿???) a la nave. El material generalmente utilizado es Hierro al que se le dan diversas formas, caprichosas generalmente.
Sin lugar a dudas, este sitio es uno de los más increíbles en el mundo.